Analicemos un segundo la televisión de los últimos años: Casi todo tiene un asesinato y siempre están esos sabuesos polizontes (a veces son los buenos, a veces son los malos) que investigan y luchan al mismo tiempo contra su caótica vida. Esto es el argumento más viejo del mundo... Y aún así, The Killing se mantuvo en esto y realizó una serie de primera.
En algún momento las series policiales de televisión transformaron a los investigadores en dioses de la ciencia y al final descubrían quien asesinó a Kennedy con un análisis de laboratorio de los soretes del perro de la vecina. Creo que McGyver fue el gran antecedente de esto y luego CSI y Mithbusters reforzaron el modelo.
Pero esto no es lo mejor de la serie... Lo mejor que mostró The Killing son las diferentes vivencias de todos aquellos conectados con el asesinato de Rosie Larsen.
En todos los capítulos vemos la corrupción y la búsqueda del poder dentro del ámbito político en la ciudad de Seattle en una campaña electoral afectada por la investigación policial.
Al mismo tiempo se adentran en la vida de los investigadores y cómo un caso (y la obsesión por resolverlo) afecta sus vidas personales.
También convivimos, con mucha emoción, con la familia de la víctima y sus esfuerzos por salir adelante.
Te golpea por todos lados. Y uno siempre se siente muy involucrado.
Otro gran logro de esta serie fue su duración. Dos temporadas de 13 episodios cada una. No hacía falta una tercera, y no la hicieron. Terminaron allá arriba y eso la hace aún más grandiosa.
Así que mirenla... No tiene desperdicio, es corta y muy recomendable.
Por último, como dato curioso, esta serie es un remake de una serie danesa, con el mismo título, realizada hace unos cinco años en Copenhague.
Bien por los daneses!
